A falta de mejores ideas para justificar su permanencia en el congreso, Carlos Bruce y los que lo secundan como tontos útiles, pusieron en debate la Unión Civil no Matrimonial entre personas de un mismo sexo, con la intención de convertirla en ley.

Y desde uno y otro bando se lanzan argumentos a favor y en contra del globo aquel. 

Pero no veo que haya opiniones que se den cuenta de lo inútil de dicho debate y de usar el tiempo de los congresistas que son pagados por todos los peruanos.

Opino de esta manera, porque siempre ha existido la unión civil no matrimonial no solo de personas del mismo sexo (por que no está prohibido) sino entre todo tipo de personas, donde se aplican todos los argumentos a favor de lo que ahora se pretende como nuevo. Estas uniones civiles no matrimoniales son las empresas.

¿Entonces, por que tanto revuelo si ya existe esto? Simple, por la oculta intención de emparentarla con el matrimonio religioso, pero indicando que no es matrimonial.

La institución que sí no tuvo problemas para emparentarse con el matrimonio religioso fue el matrimonio civil, pero porque guarda principalmente que se realiza entre hombre y mujer.

De manera que las personas de bien, no deben dejarse engañar por la insistencia que busca adeptos para perpetrar la ley que se pretende, bajo cualquier pretexto.

Sobre homosexualidad, recuerdo la intervención del Dr. Artidoro Cáceres Velásquez que se escandalizó en una conferencia que ofrecía en el auditorio del colegio San Agustín de Iquitos hace ya más de 20 años, cuando opiné que la homosexualidad era una anormalidad. ¡QUIÉN DIJO QUE ES UNA ANORMALIDAD!, me cortó, para luego continuar que la homosexualidad es de lo mas normal del mundo y pienso que en ese entonces el auditorio lleno debe haberse tragado la afirmación sin reparar en que tanto lo mío como la de Cáceres eran conceptos de normalidad.

Según mi concepto, lo normal es que sean hombre y mujer, todo lo demás es anormal. Esto no es difícil de entender, porque al entenderlo de acuerdo con la consigna de Cáceres Velásquez, tendríamos que aceptar como normal todo lo raro, extraño o degenerado que aparezca en el tiempo.

Es cierto que la censura dogmática no acepta cosas raras y que varón y hembra los creo y que se reproduzcan. No conozco casos de homosexualismo en la historia sagrada del cristianismo, pero si he conocido de casos en que se ha pretendido encontrar homosexualismo en el cuadro de la Cena del Señor; aunque esto se entiende con la misma lógica del ladrón, que piensa que los demás son de su misma condición.

Por el contrario, en la cultura Védica, si se encuentran casos de homosexuales, como es el caso de Shikhandi que definió la batalla de Kurekshetra, al hacer posible la muerte de Bhisma. Pero este Shikhandi, no era un hombre, era una mujer y se entiende dentro de la cultura védica por la figura de la reencarnación.

Finalmente, si la gente se deja engañar, es porque poseemos dentro de nosotros, el germen de nuestra propia destrucción, como afirman no sólo el materialismo dialéctico, sino todas las escrituras sagradas, con excepción de las religiones comerciales que afirman que si cumplimos lo que ellos mandan, iremos todos al cielo y viviremos allí felices con toda nuestra familia, Amén.