Ayer en el programa de Jaime de Althaus, pasaron un debate sobre la muy expuesta Ley Pulpín. 

Estaban Claudia Cisneros y Luis Davelouis. El resultado, Claudia despistada y Luis pitonizo.

La despistada Claudia no podía interpretar lo que Jaime indicaba cuando decía –“La Ley Pulpín favorece a los que ahora no tienen derechos…” y Claudia, despistada, respondía –“No Jaime, esos jóvenes tienen derechos, lo que pasa es que el estado no quiere reconocerlos…”.

A lo que Jaime se refería, sin precisión, es que la ley pulpín favorece a los jóvenes que ahora no tienen ingresos de dinero por trabajo, porque no encuentran trabajo y ahora lo tendrán con la ley pulpín; no se refería al concepto de “derechos” al que de manera tendenciosa se refería Claudia. 

Por su parte, Davelouis vaticinó que esa ley no va a funcionar, sólo porque él lo dice. Con los ejemplos que puso para sustentar su dicho, pretendía poner la excepción como regla. Se refería a empresas que le sacan la vuelta a la ley. No sabe que en un sistema capitalista eso ocurre a menudo, y se usan lobbistas para que el gobierno haga la vista gorda.

Por mi parte, creo que la ley debe aplicarse por una razón sencilla. Hemos escogido por nuestra opción al momento de elegir, vivir dentro de un sistema capitalista, y la esencia de este sistema es incrementar las ganancias de las empresas de cualquier manera. Así que si no te gusta, tienes dos opciones:

1. Te conviertes en empresario, contratas a jóvenes con la ley pulpín y tu empresa crecerá más que el promedio. Claro esto debe demostrarse aplicando la ley.

2. En las elecciones para el nuevo presidente en 2016, elige una opción socialista. Lo demás es sólo charla inútil.

Muchos podrán decir: ¿Y los derechos de los jóvenes? Bueno, que eso sea discusión entre los que tienen la barriga llena.

Pero lo que a los jóvenes que no tienen ingresos de dinero por trabajo y no quieren delinquir, lo que les interesa es obtener del lobo un pelo o del ahogado su sombrero.

Los que buscan la derogatoria de esta ley, lo que desean es impedir que estos jóvenes que carecen de ingresos de dinero por trabajo lo obtengan. Es falso el criterio que expresan, que buscan proteger los derechos de estos jóvenes, porque sólo les interesa el proselitismo aunque estos jóvenes se mueran de hambre.

Por lo mismo, adquiramos experiencia aplicando la ley pulpín y procesemos el resultado que se obtenga. No actuemos a priori.